Ya mi cuerpo atravesado
vomitó rasgando el aire,
explotó en mil pedazos,
a la guerra me llevaste,
Mi cuerpo florido y hermoso,
que albergaba animales,
noches de luna, y de estrellas
cielos claros, ríos mares.
Soles que con sus fulgores
iluminaban mis campos,
y amanecían ciudades.
¡Pero tu hombre!
con tus bombas me asustaste,
y me llenaste de botas,
guerras y enfermedades.
Yo no podía creerlo,
y así, aguanté bastante,
y ahora preñada de odio,
voy a matarte.
Pariré a ese hijo tuyo,
que dentro de mi creaste
saldrá cargado del odio,
del que tu, me inculcaste.
Y me cubriré de agua,
anegaré miles campos
inundaré las ciudades,
y rasgando mis entrañas,
me iré rompiendo a trozos
hasta sepultarte.
Y así moriremos juntos,
yo era verde, dulce, suave,
tu eras un ambicioso
que no supiste cuidarme.
sábado, 29 de enero de 2011
viernes, 28 de enero de 2011
ESCRIBIR
Escribir es como hablar sin usar la voz en las palabras. Dar rienda suelta al pensamiento y plasmarlo en cualquier cuaderno. Es como ese extraño lenguaje que no necesita sonidos; se nutre de letras.
Al escribir abres tu alma y te desnudas ante la persona que te está leyendo. A veces incluso le ofreces ese yo íntimo, que guardabas desde hace tanto tiempo.También a veces reflejas tus soledades y alegrías, para el lector entregado que las sepa percibir.
Escribir es rozar la libertad y el cielo, y dejar constancia de ello en una simple hoja, o inventar grandes historias y poder alcanzar las estrellas, redactar un libro, donde tu imaginación, tus pensamientos, y quizás tus vivencias se unen para formar un cuento.
Escribir es como el pan que nutre el alma de un escritor, o la luz que le cubre en la soledad acompañada por pesonajes y multitud de letras. Escribir es volar
Al escribir abres tu alma y te desnudas ante la persona que te está leyendo. A veces incluso le ofreces ese yo íntimo, que guardabas desde hace tanto tiempo.También a veces reflejas tus soledades y alegrías, para el lector entregado que las sepa percibir.
Escribir es rozar la libertad y el cielo, y dejar constancia de ello en una simple hoja, o inventar grandes historias y poder alcanzar las estrellas, redactar un libro, donde tu imaginación, tus pensamientos, y quizás tus vivencias se unen para formar un cuento.
Escribir es como el pan que nutre el alma de un escritor, o la luz que le cubre en la soledad acompañada por pesonajes y multitud de letras. Escribir es volar
miércoles, 26 de enero de 2011
Romance a mi admirado maestro
Quiero sembrar amapolas,
donde descansa tu cuerpo,
y gritarle a las higueras
la bravura de tu verso.
Pueden contarme mentiras,
pueden decirme, mil cuentos,
yo postraré mis rodillas,
clamando tus sufrimientos.
Amigo yo te lo pido,
sal de entre los sarmientos,
que yo te estaré esperando
para gozar de tus versos.
Y vuelva a arrullar la tierra,
con madreselva y romero,
y a la luz de las estrellas,
entre cabras dormiremos.
Miguel maestro querido,
vuelve que yo te requiero.
Quiero aprender miles cosas,
mi admirado compañero.
donde descansa tu cuerpo,
y gritarle a las higueras
la bravura de tu verso.
Pueden contarme mentiras,
pueden decirme, mil cuentos,
yo postraré mis rodillas,
clamando tus sufrimientos.
Amigo yo te lo pido,
sal de entre los sarmientos,
que yo te estaré esperando
para gozar de tus versos.
Y vuelva a arrullar la tierra,
con madreselva y romero,
y a la luz de las estrellas,
entre cabras dormiremos.
Miguel maestro querido,
vuelve que yo te requiero.
Quiero aprender miles cosas,
mi admirado compañero.
sábado, 22 de enero de 2011
Se ha enamorado la playa
Los amantes ya se han ido,
ya abandonaron la playa,
y las olas, impregnadas de su amor,
se han fundido con sus almas.
Y envidiosas,y amorosas,
surgen bravías del fondo del agua,
y se entremezclan abrazos,
y se besan y se aman.
Ayer eran simples olas
que mozuelos las saltaban,
pero ahora son amantes
que resurgen de las aguas.
Y desde lejos las miran,
y desde lejos se aman,
unos cúmulos de nubes
que por el cielo andaban.
Mª Ofelia
ya abandonaron la playa,
y las olas, impregnadas de su amor,
se han fundido con sus almas.
Y envidiosas,y amorosas,
surgen bravías del fondo del agua,
y se entremezclan abrazos,
y se besan y se aman.
Ayer eran simples olas
que mozuelos las saltaban,
pero ahora son amantes
que resurgen de las aguas.
Y desde lejos las miran,
y desde lejos se aman,
unos cúmulos de nubes
que por el cielo andaban.
Mª Ofelia
viernes, 21 de enero de 2011
El Dorado Otoño
Hoy he visto a personas con chaquetas, deambulando por las calles. Un airecillo suave pero engañoso helaba la cara.
Me ha parecido ver acercarse la sombra del otoño que sonreía maliciosamente, sintiendo que le había ganado la batalla a un cálido verano, que vestido de verdes, azules y plata. Se retiraba molesto refunfuñando mochila al hombro, cargado de estrellas, brisas cálidas y siestas soporíferas, que custodiará hasta el próximo año.
Ahora los árboles lentamente se irán desnudando, y con dignidad dejaran que sus hojas se desprendan y caigan silenciosamente en tierra, hasta formar una maravillosa alfombra dorada. Mª Ofelia
Me ha parecido ver acercarse la sombra del otoño que sonreía maliciosamente, sintiendo que le había ganado la batalla a un cálido verano, que vestido de verdes, azules y plata. Se retiraba molesto refunfuñando mochila al hombro, cargado de estrellas, brisas cálidas y siestas soporíferas, que custodiará hasta el próximo año.
Ahora los árboles lentamente se irán desnudando, y con dignidad dejaran que sus hojas se desprendan y caigan silenciosamente en tierra, hasta formar una maravillosa alfombra dorada. Mª Ofelia
Adagio de otoño
Desde mi ventana, veo cantidad de hojas que bailan al compás que una brisa suave y otoñal les marca.
Son las mismas hojas que el verano cedió al árbol para embellecerlo, y que ahora reclama, y lentamente caen en tierra.
Mientras que una música llegada seguramente del alma, invade mi corazón, me transporta, me vuelve ligera.Y como ellas mi espíritu empieza a revolotear, y en ese planeo, mi descontrolado vuelo irradia sensibilidad y su melodía parece regalarme un maravilloso adagio que me recuerda la melancolía del otoño con sus lentos movimientos. Mª Ofelia
Son las mismas hojas que el verano cedió al árbol para embellecerlo, y que ahora reclama, y lentamente caen en tierra.
Mientras que una música llegada seguramente del alma, invade mi corazón, me transporta, me vuelve ligera.Y como ellas mi espíritu empieza a revolotear, y en ese planeo, mi descontrolado vuelo irradia sensibilidad y su melodía parece regalarme un maravilloso adagio que me recuerda la melancolía del otoño con sus lentos movimientos. Mª Ofelia
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