sábado, 2 de julio de 2011

Triste reflexión


Triste reflexión


En silencio cubierto por una blanca sabana, bajo la persistente lluvia se lo llevaban. Parecía estar solo, pero de un oscuro rincón apareció una afligida mujer que con ambas manos se cubría la cara, mientras sollozaba.
   Y pensé: No sé donde fuiste ni donde tu alma descansa, solo encontré en el ambiente la tormenta enlazada con las lagrimas de una pobre señora que con desconsuelo lloraba.
   El día era gris, la tristeza se intuía y se percibía en el aire húmedo de la mañana.
   La tempestad golpeaba con rabia cristales y paredes. Como si presintiera la desgracia, chocando contra el asfalto. Allí lluvia y lagrimas se fundían y formaban pequeños charcos donde los niños saltaban.
   Risas y llantos se aunaron ¡Era la vida! Que algunos se les escapaba. Quedando los niños que aún desde lejos se les oía reír y jugar. Porque realmente para ellos "La vida empezaba".

                                                                                               Mª Ofelia





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