AÑORANZA
Con rosas en mis manos,
del color de la miel,
recorriendo caminos,
cual sombra en un vergel,
Rompiendo así las nubes
y atrapado en el mar,
se encuentra mi destino
sin poderlo alcanzar.
En un verano tibio
entraste en mi hogar,
llegaste como espuma
que devuelve la mar.
No sé si diablo o ángel
te sentí al entrar,
me tomaste la mano
cual rosa en el zarzal.
Y al despuntar el alba
sin tu amor me quedé,
pues cual barco te fuiste
sin mirar a tu bien.
Ya pasados los años
no te puedo olvidar,
y buscaré tu imagen
en la orilla del mar.
Por ver si así un día
penetras en mi lar,
y como ola bravía
me vuelves a atrapar.
Mª Ofelia
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