Ya mi cuerpo atravesado
vomitó rasgando el aire,
explotó en mil pedazos,
a la guerra me llevaste,
Mi cuerpo florido y hermoso,
que albergaba animales,
noches de luna, y de estrellas
cielos claros, ríos mares.
Soles que con sus fulgores
iluminaban mis campos,
y amanecían ciudades.
¡Pero tu hombre!
con tus bombas me asustaste,
y me llenaste de botas,
guerras y enfermedades.
Yo no podía creerlo,
y así, aguanté bastante,
y ahora preñada de odio,
voy a matarte.
Pariré a ese hijo tuyo,
que dentro de mi creaste
saldrá cargado del odio,
del que tu, me inculcaste.
Y me cubriré de agua,
anegaré miles campos
inundaré las ciudades,
y rasgando mis entrañas,
me iré rompiendo a trozos
hasta sepultarte.
Y así moriremos juntos,
yo era verde, dulce, suave,
tu eras un ambicioso
que no supiste cuidarme.
Bello este poema en que Gaia se desahoga, mis aplausos a tu pluma, me pregunto si estás en movimiento de poetas del mundo, si no entra y publica este poema allí
ResponderEliminarAbrazos siderales