Mi pasión
Lo miro... Me mira.
Me aparto y
me reclama
con su olor provocador.
Algo cruje tras de mi,
me vuelvo
y como un libertino voyeur,
me muestra su oscuro cuerpo.
La tentación es fuerte,
alargo mi mano
mientras la lengua, lame mis labios
con placer.
Sé que lo necesito,
en ese momento me olvido de todo,
vuelvo a alargar mi mano
pero esta vez... Lo tengo.
Lentamente admiro
su maravilloso contorno,
ya es tarde para apartarlo.
Siento la necesidad, lo acerco
y mientras se deshace en mi boca,
saboreo extasiada ese dulzor
amargo, que invade mi garganta
con su exquisita textura,
de chocolate negro.
Mª Ofelia
